jueves, 4 de noviembre de 2010

Cuando me baño.

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Se gira la manija, derecha,
y caen gotas de agua, pequeñas.
Azotan mi cuerpo, lo consumen,
me deleitan.
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Si me concentro siento el recorrido
de cada una de las gotas pasajeras.
Cómo atraviesan mi cuerpo,
cómo se pierden en la coladera.
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Y en mi cabeza aterriza
una gotita furtiva.
Aunque es pequeña,
no pasa desprevenida.
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Se pasea por mi cráneo
de un lado a otro, bailando.
Y me doy cuenta que funciona como esponja:
absorve lo que estoy pensando.
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Cayeron más gotitas
y te asimilaron.
Se deslizaron por mi cuerpo:
en ti estaba abismado.
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Y me consume, me roe hasta los huesos.
Como pequeños ratones de incisivos placenteros.
Yo sigo con los ojos cerrados, casi vacío:
las pequeñas gotas me robaron tu pensamiento.
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Y se pierden en la coladera...
Todo lo tuyo, nuestro se desecha.
Una vez más vacía
vuelve a estar mi cabeza.
Pues de ella fuiste secuestrada...
MALDITAS GOTAS RATERAS
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Cierro, me seco los restos.
Los indicios de tu presencia en mi cuerpo.
Una vez más mi mente se prepara...
Llenándose de ti... para el próximo encuentro...
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Adiós, pobres y pudientes
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Caballero*

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